La naranja es una fruta cítrica comestible obtenida del
naranjo dulce. Se trata de un fruto carnoso de cáscara más o menos gruesa y
endurecida, y su pulpa está formada típicamente por once gajos u hollejos
llenos de jugo, el cual contiene mucha vitamina C, flavonoides y aceites
esenciales.
Es más pequeña y dulce que el pomelo y más grande, aunque menos perfumada, que la mandarina. Existen numerosas variedades de naranjas, siendo la mayoría híbridos producidos a partir de las especies Citrus maxima, Citrus reticulata y Citrus medica.
Como todas las frutas cítricas, la naranja es ácida, con un pH entre 2,5 y 3, según la madurez, tamaño y variedad de la pieza. No es tan fuerte como el limón porque gracias a su contenido en azúcares simples no destaca tanto el sabor ácido. El componente más conocido de la naranja es su vitamina C, ya que 100g de producto contiene hasta el 90 % de las necesidades diarias. También contiene sustancias no-nutritivas entre las que cabe destacar la presencia de fitoquímicos, tales como flavonoides (con efectos antioxidante, antiinflamatorio y antitumoral) y limonoides (anticancerígeno).